25 Jul El chef Nicolás Román conoce Alaska y su gestión de pesca responsable y sostenible

Nicolás Román, el chef cuya experiencia comenzó de la mano de Joaquín Felipe (uno de los cocineros pioneros en trabajar con pescado salvaje de Alaska en España), ha podido viajar y vivir una experiencia única en la vida, volar a Alaska. Un viaje de 20 horas y 8500km para ver con sus propios ojos lo que significa una gestión responsable y sostenible de pesca.

Junto a otros chefs de otros lugares del mundo llevó a cabo diferentes actividades en la región de Sitka, que le permitieron vivir desde dentro la vida de un Alaskeño dedicado al pescado salvaje de Alaska. De esta forma, Nico pudo presenciar en primera persona y desde un kayak el contacto directo con la naturaleza salvaje e intacta de Alaska. Leones marinos, ballenas, focas y águilas, entre otros, acompañaron a Nico durante su viaje, en el que por suerte no fue sorprendido por ningún oso.

En una de sus charlas con algunos miembros de las cooperativas de pescado, Nico pudo reflexionar y aprender cosas que le permitieron dar un nuevo enfoque, más amplio, acerca del pescado salvaje de Alaska que ya conocía de antes: “la gente tiene un falso concepto del glaseado, que a veces es mejor porque evita que gastemos tanto plástico”, “se conserva igual y es más ecológico”.

Sin duda, Nico resalta la gran experiencia que pudieron vivir saliendo a pescar para posteriormente cocinar el pescado que hubiesen logrado capturar. Y, pese a que lo normal es que el pescado se limpie directamente en el barco nada más capturarlo, los chefs quisieron esperar a llegar a tierra para poder prepararlo ellos mismos desde cero.

Entre los pescados que consiguió terminar llevando a la mesa Nico, un bacalao, un salmón real y un halibut, fueron las especies que sacó de las prístinas aguas de Alaska. Sorprendido también de ver como otros compañeros de aventura conseguían sacar un salmón albino, sabiendo las pocas probabilidades que hay de dar con uno.

Otras curiosidades que destaca Nico sobre la pesca en Alaska nos permiten conocer un poco más de cerca cómo se lleva a cabo. Un radar en el barco señala a qué altura están los pescados y, una vez capturados, si no cumplen el tamaño estipulado por ley, han de devolverse al mar. Algo que nos comentaba que ocurre con mucha frecuencia y que demuestra la rigidez y el cumplimiento de una pesca responsable y sostenible en Alaska. De hecho, Nico añadía también que, al no ser ellos residentes y estar ejerciendo una pesca deportiva, solo tenían permitido capturar un bacalao al año, al igual que está regulado para otras especies, teniendo también en cuenta los permisos de pesca solicitados.

Y, como chef invitado a Alaska, tuvo la oportunidad de probar las preparaciones con pescado salvaje de Alaska elaboradas por otros chefs y hacer los suyos propios. Ensalada de cangrejo de nieve y huevas de salmón salvaje de Alaska con remolachas encurtidas, pepino y cacahuetes y un tartar de salmón rojo salvaje de Alaska sobre gazpacho verde, fueron algunos de los platos que preparó Nico durante este viaje y en su estancia en Sitka, Alaska.