02 Ago CONSEJOS PARA DISFRUTAR DEL MEJOR SALMÓN A LA PARRILLA

Cuando llega el verano las cocinas salen a la calle en forma de barbacoas o parrillas. Esto es, en su conjunto, símbolo de reunión, celebración y disfrute. Pero para que esta actividad culmine de la mejor manera, hay que sacar el máximo provecho a esta herramienta de cocina, llevando a cabo las técnicas más efectivas a la hora de trabajar un producto de la máxima calidad posible. Por ello te mostramos algunos consejos para disfrutar del mejor salmón a la parrilla.

Aunque sabemos que una barbacoa acepta gran variedad de productos, en Alaska Seafood queremos proponerte que el salmón salvaje de Alaska sea el protagonista de tu próxima parrillada. De esta forma te beneficiarás de todas las propiedades que posee el salmón salvaje de Alaska a nivel nutritivo y de las cualidades culinarias que harán de tu comida un delicioso manjar. 

Antes de comenzar, es importante que tengas en cuenta que, a la hora de cocinar el producto en la parrilla, cualquiera que sea, poner el fuego a nivel alto no hará que se cocine antes, de hecho, lo más probable es que se acabe quemando, perdiendo por tanto todo su sabor y sus propiedades. Cuando hablamos de pescado, cuatro minutos a fuego lento son suficientes para dejar nuestro producto al punto. 

Marinar el salmón

El término marinar, según la Real Academia Española de la Lengua, implica “conservar en crudo un alimento, especialmente un pescado, con adobo, para que se ablande y adquiera la sazón y el aroma deseados”. Esto nos permite preparar de antemano nuestro producto al gusto, con el fin de que en la parrilla adquiera el máximo sabor y jugosidad posible. Una hora de marinado es suficiente para que el salmón adquiera el sabor, pero siempre será mejor si se prepara con más tiempo de antelación, aunque sin pasarse para que no se vea demasiado alterado el producto. Este tiempo de marinado también varía en función del tamaño del pescado y de lo ácida que sea la mezcla, cuanto más ácida, menos deberá actuar en el producto. 

(Accede a nuestras recetas con salmón salvaje aquí.)

Opciones de marinado

Entre las opciones de marinado podemos recurrir a formas fáciles como mezclar azúcar y sal en las mismas proporciones, añadir pimienta y alguna hierba como eneldo y envolver en papel film para posteriormente dejar reposar en un recipiente dentro de la nevera. Aceite, zumo de lima o de limón y cualquier hierba al gusto, también forman una mezcla perfecta con la que untar nuestro salmón previamente salpimentado. Esta mezcla también nos podrá servir para ir pintándola sobre el salmón mientras esté asándose en las brasas.  

Por otro lado, también tenemos la opción de rellenar nuestro pescado con verduras y hortalizas, o rodajas de limón directamente sobre el salmón. 

Las claves de un buen marinado están en la mezcla de este. La sal proporciona más sabor y hace que el salmón quede más tierno, aunque también pueden usarse salsas como la soja. Un componente ácido es necesario para aromatizar y potenciar el sabor del pescado, así como para evitar la aparición de bacterias. Un limón, una lima o una naranja son algunos ejemplos. Además, el aceite de oliva tiene un gran papel, no solo porque aporta su punto de gusto al pescado, sino que también facilita el proceso de aromatización del conjunto de condimentos. Y son estos condimentos los que aportan todo el sabor y el aroma del alimento, y aunque esto va al gusto personal de cada uno, hierbas como el eneldo, el cilantro, el tomillo o el estragón van muy bien para los marinados. 

Por último, tener en cuenta que si cocinamos a la parrilla es recomendable dejar la piel, hacer vuelta y vuelta y terminar sirviendo con algún aliño que aporte el toque final. ¡Ya solo queda disfrutar de nuestro salmón salvaje de Alaska a la parrilla con los amigos o la familia!