Sacamos los lomos del salmón rojo salvaje de Alaska y los desespinamos con precisión.
Marinado con hoja de higuera:
Cortamos tacos del lomo y los marinamos con una mezcla de azúcar, sal y pimienta blanca. Luego los envolvemos en hojas de higuera previamente blanqueadas. Dejamos reposar durante 12 horas para que el pescado adquiera un aroma herbáceo y a nuez.
Paté de espinas:
Con ayuda de una cucharilla, retiramos los restos de carne adheridos a las espinas del salmón. Reservamos esta carne para hacer un paté.
Fumet ahumado:
Limpiamos las espinas y las ahumamos en un kamado durante 2 horas. Colocamos un cazo con nata debajo, para que recoja los jugos y se impregne del ahumado.
Luego cocemos esas espinas en un caldo corto con agua. Colamos tanto el caldo como la nata para eliminar impurezas y cocinamos ambos a fuego muy bajo durante 2 horas más, integrando los sabores.
Aceite de hoja de higuera:
Con las hojas de higuera sobrantes, preparamos un aceite infusionado: trituramos las hojas con aceite de girasol (neutro), cocinamos a temperatura muy suave durante 4 horas y reservamos.
El paté:
Cocinamos a baja temperatura durante 4 horas los retales de carne de las espinas con la nata y un poco de mantequilla. Emulsionamos con una yema de huevo para obtener una textura cremosa.
La piel:
Limpiamos muy bien la piel del salmón salvaje, asegurándonos de retirar las escamas, pero conservar la capa grasa que separa la piel de la carne.
Infusionamos leche con eneldo y rectificamos de sal. Envasamos al vacío la piel junto a esta leche y cocinamos en roner durante 24 horas a 70 °C.
Al momento de servir, la secamos con papel y la usamos como acompañamiento, aportando untuosidad y textura gelatinosa, similar a la de los callos.
Emplatado:
Retiramos los tacos de salmón rojo salvaje de Alaska del marinado, los lavamos en agua fría y los secamos cuidadosamente.
Laminamos finamente justo antes de servir y los disponemos en forma de flor en el plato.
Añadimos pequeños puntos del paté, algunas huevas de salmón salvaje (ikura) para un toque salino, y germinados de mandarina que aportan frescor, clorofila y complejidad.
Colocamos la piel alrededor, como si abrazara la flor de salmón salvaje, y terminamos con un chorrito del fumet ahumado y unas gotas del aceite de hoja de higuera.
Notas
Receta elaborada por Carlos Gallego, chef del restaurante Los Llaureles (Asturias), ganadora del Concurso de Reels Salvajes 2025